lunes, 23 de febrero de 2009

LOCO FIN DE SEMANA

Vaya fin de semana. Mi cuerpo lo está pagando con creces, me duele todo, ainssss...

El jueves pasado me llamó Alberto, quería que pasáramos el fin de semana fuera, en una casita que tiene un amigo en la sierra. Nos íbamos al dia siguiente, el viernes después de salir del trabajo.
Ahora hay bastante nieve, y no queríamos perdernos la oportunidad, de disfrutar de ella.

Me llamó a eso de las 3 de la tarde, justo cuando salgo de la oficina los viernes, metiéndome prisa, y diciendome que a ver si podíamos estar allí antes de las 8. Entonces le dije que como íbamos a llevar su coche, se pasara por casa a recogerme, que tenía que ducharme, y acicalarme toda yo.

Yo llegué a casa a eso de las 4 casi.
Los viernes están las carreteras atascadas de coches, y tardé casi una hora para atravesar la ciudad, y poder llegar a mi casa.

Lo primero que hice fué descalzarme, eso seguro, lo hago automáticamente.
Fuí tirando todos los artilugios por la casa, zapatos, bolso, chaqueta, parecía como si hubieran entrado los cacos.
Todo esto cronometrando el tiempo que tenía para todo lo que tenia que hacer.
Por qué no me depilaría ayer?...mira que soy idiota, ahora con la prisa que tengo, y cualquiera le hace a este chico esperar. Y como no me depilo?...no puedo ir así. Venga ya Vero, que tienes poco tiempo, decide.

Me doy una ducha rápida, y me depilo las piernas con la depiladora nueva que me regalaron para Reyes. Hoy no hay tiempo para más.

Las 5 de la tarde, y Alberto está apunto de llegar, y aun me queda alisarme el pelo, depilarme las cejas un poquillo, madre mía que estres.....
Aún me quedan cosas que meter en la maleta. Pero en un momento acabo.

Alberto ya está llamando, hay! hay! hay!....5 minutos mas, solo 5.


Vaya....le encuentro raro, no me mete prisa, no me dice: venga que es tarde.
Y para esto tanto correr?
Se me acerca y me da una rosa, vaya detallito, y esto?

*Hoy hace 4 años que por primera vez te hice el amor.

Hay este hombre, que romantico, parece un chiquillo, y que memoria, yo no recuerdo todas las fechas de la primera vez que me he acostado con mis novios.

Acto seguido le digo venga vámonos que ya he terminado, pero él parece no tener prisa. Por Dios que he corrido más que el AVE,(tren de alta velocidad) para que ahora no tengas prisa en salir...

Me agarra del culo, y me atrae hacia él, a mi no me apetece, pero cuando empieza a rozarme los labios por el cuello, ya no soy persona.
Después de lo que me ha costado alisarme la cabellera, y me agarra de la cabeza masajeandola...que me hace quedarme totalmente traspuesta, ya pueden venir gritando que hay fuego, que Vero no se mueve de lo agustico que se encuentra.
En ese momento ya puede hacer conmigo lo que quiera que soy toda suya.

Ahora realmente me da igual si voy o vengo, lo que importa es que no deje de acariciarme...ni se le ocurra.
Me acerca a la encimera de la cocina, y me apoya en ella, intentando quitarme la ropa, pero tengo que ayudarle, pues ya está un poco acelerado, y no acierta a desabrocharme el sujetador.

Le pido irnos al dormitorio, me apetece tumbarme...relajarme...pero no deja de acariciarme, y su lengua intenta llegar a mi pecho, pero yo intento llegar al dormitorio antes que su lengua a mi pecho.
Necesito tumbarme, hoy quiero hacerlo relajadamente, estoy cansada del estres que he tenido al llegar a casa, preparandolo todo...y necesito hacerlo en la cama.

Me tumba delicadamente en la cama, y empieza a besar todo mi cuerpo, empezando por detrás de la oreja, a la vez que sigue acariciandome la cabeza. Él sabe que haciendo eso consigue lo que quiere, y a mí me vuelve loca.
Sigue posando sus labios humedos...calientes, por mi cuello, los hombros, me hace estremecerme al sentir un suave escalofrío.
Su boca sigue bajando hacia mi pecho, mientras sus manos me acarician todo mi cuerpo, haciendome sentir cada vez más excitada.
Su lengua se posa en mis pezones, lamiendolos con una agilidad, que hace que sienta la necesidad de que llegue pronto a mi entrepierna.
Sigue bajando, acercandose al punto donde mis ganas de hacerle el amor, se acrecientan mas y mas.

Besandome con pasión el vientre, y hundiéndose en mi ombligo, donde su lengua juega un papel importante, y ese detalle hace que mi sexo sienta una necesidad imperiosa de tenerla dentro.
Sigue bajando con una lentitud que acrecienta mi excitación, y hace que mi respiración se vuelva entrecortada.
Delicadamente posa sus manos en mi vulva, hinchada y húmeda ya, por los latidos del deseo.
Con sus dedos abre mis labios, e introduce su lengua, que me hace estremecer de placer, mueve su lengua como nadie, jugando con mi clítoris, para un lado, para el otro, en círculos, mmmm....cada vez estoy mas cachonda, y ya me dá igual el tiempo que he perdido con mi pelo y con mi maquillaje, lo que importa ahora es follarme a Alberto, de una puta vez.
Me está haciendo que me sienta viciosa, y él lo sabe, le gusta ver como se lo pido.

Como me lame todo. ¡¡¡¡Me gusta!!!!......., cada vez estoy mas y mas caliente, a punto de correrme, pero no, no quiero aun, quiero disfrutar mas de su lengua.

Nos ponemos en posición 69, y abriéndole el pantalón y bajandoselo como puedo me encuentro una polla bastante dura, deseando salír de su prisión para que su mamita la haga disfrutar.
Le acaricio el glande, como a él le gusta, suavemente, en círculitos...asííí...
Se la agarro toda y me la introduzco en la boca, él sigue trabajando en mis bajos, mientras, solo se escuchan jadeos, respiraciones aceleradas...y se respira en el ambiente, unas inmensas ganas de follar.

Estoy a punto de correrme, ya no voy a aguantar mucho mas, solo quiero terminar y gritar de placer.
Ya! Ya! Alberto no puedo más me voy a correrrrrr!!!....
Me introduce un dedo en el ano, mientras su lengua sigue hundiéndose en mi coño, de una manera posesiva.
Cuando me mete el dedo, ya no puedo más el orgasmo es inminente. Me corro! me corro!...no puedo más....mi cuerpo tiene convulsiones de placer y grito, grito cuanto deseo, porque es de la manera que mejor disfruto del orgasmo.
Alberto disfruta mucho viendo mi cara de placer, y no puede disimular lo cachondo que le pone.

Me quedo derrotada en la cama, ahora si que no soy persona, me agarra acercándome hacia él, y me penetra de una forma mas que delicada, para seguir empujando con firmeza, como queriendome atravesar, con su sable. Está muy excitado, y yo de verle, me empiezo a sentir de nuevo caliente aunque dentro de mí sigue ese gustillo que me ha dejado ese maravilloso orgasmo.

Muevo mis caderas como si se fueran a salír de su sitio, eso le vuelve loco, y su excitación va en aumento. Llega un momento en que por su boca salen las palabras claves: "eres mi putita, toma mi polla que sé que te gusta", ahí es cuando ya está fuera de sí, no puede mas...y estalla de placer, llenandome de su sabia.
Apurando todo el chorro de placer, como si se le fuese la vida en ello, queda tendido encima de mi cuerpo desnudo, y siento como su verga poco a poco vá retomando a su tamaño natural.
Quedamos rendidos ante el espectaculo de sexo, en el que hemos sido los protagonistas.

A partir de ahí solo recuerdo que me despierta un manotazo en el culo diciendome: ¡¡Nos hemos dormido!!

Miro el reloj, las 5. Como?...no puede ser, este reloj se ha parado. que hora tienes tu Alberto?
Las 5 y 3 minutos. Pero que dices.....Hay Dios mio!! si son las 5 de la madrugada!

Si como oís, nos quedamos dormidos y saldríamos el sábado en vez del viernes.
Despues de ducharnos, y recoger la cama, nos preparamos.
A las 8 de la mañana, salíamos con todos los bultos, dispuestos a disfrutar de lo que quedaba del fin de semana, el viaje dura unas 3 horas, así que preparo unos bocatas para el camino, y así no tener que buscar un restaurante para tomar algo.

Casi no entramos en el ascensor, de todo lo que llevamos.
Damos al botón del bajo....y algo pasa. El ascensor se queda parado. ¡NO!.... y ahora?
Imaginaros los dos allí metidos con dos mochilas, una maletita, bolso de mano mio, el de él, y mi equipo de esquiar. Un caos, la verdad.
Dábamos al boton de alarma, y no pasaba nada, creo que estaba rota, porque nadie acudió en nuestra ayuda.

Llevábamos allí como media hora, y ya empezábamos a ponernos nerviosos, menos mal que ninguno de los dos, tenemos claustrofobia, pero claro en un espacio tan reducido.

Amontonamos todo en un rincon como pudimos, y nos sentamos en el suelo. Esperando a ver si alguien iba a coger el ascensor y se daba cuenta de que estabamos allí encerrados.

La espera se hacía larga, y decidimos jugar a algo mientras tanto.
Alberto me propuso como no venía nadie, jugar un poquito, pero yo no me esperaba ese tipo de juego, y menos allí, pero a Alberto siempre le oí decir que su asignatura pendiente era hacer el amor en un ascensor...y ahora parecía que se lo habían puesto a huevo, para realizar su sueño.
Yo no estaba de acuerdo, porque pensaba que podría llegar alguien y pillarnos, aunque en el fondo, me excitaba solo de pensarlo, estar follando, y que alguien te pille o mire a escondidas, eso tiene mucho morbo, no creeis?
Pero allí apenas había espacio para nada, como lo haríamos?

Por qué tuvieron que poner este ascensor tan pequeño? Esque no sabían que podía ocurrir esto? Que alguien se quedara encerrado y quisiera follar.
Hay que pensar en todo.

Hacía calor, encerrados allí, y nos quitamos ropa.
Ese motivo fué poniendo a Alberto mas caliente.
Comenzó a acariciarme por todos lados, excitado, seguro que ya lo llevaba maquinando un tiempo, y sentado en el suelo me atrajo hacia él, nos terminamos de quitar la ropa, y sentada encima de él, y con cierto reparo por si abrían la puerta...cabalgué como un cowboy sobre su pene.
Se le veía que estaba supercachondo, y yo me puse bastante de verle, y de ver la situación, realmente me excitaba el momento, el sitio, todo me hacía sentirme un poco zorra.

Alberto tardó poco en correrse, por lo menos ya tendría su sueño logrado, hacerlo en el ascensor.
A mí me costó un poco mas pero fue un orgasmo bastante intenso, y no me privé de gritar. De todas formas los vecinos me deben de conocer ya. A ver si así nos escuchan y vienen a por nosotros.

Habían pasado tres horas, cuando escuchamos a alguien, pedimos ayuda, y a la media hora mas o menos ya estábamos fuera.
Casi 4 horas en un sitio tan reducido y haciendo malabares con el cuerpo, así estoy yo, que me duelen hasta las pestañas.

Después de esto decidimos que nos quedabamos en casa y otro fin de semana iríamos a la nieve, lo único que queríamos era descansar el cuerpo.
Volvimos con todos los bultos para casa...y a dormir de nuevo.

Después de una buena siesta de dos horas....nos pasamos el fin de semana haciendo el amor...y comiendo pizza, sin salir de casa.

Que fin de semana mas loco. Y ahora lo estoy pagando con estas agujetas que arrastro desde ayer.
Alberto no está mejor que yo, me ha llamado y por lo visto las piernas no le responden, jajaja.

Ese es mi hombre!.

2 comentarios:

  1. ¡Uuuaaaaaaa! Tú por la nieve. Yo por la lluvia. Parece que hay varios que nos hemos pasado el fin de semana dale-que-te-dale :)
    ¿Has visto qué excitantes resultan los besos en el ombligo? ¡Ay, cómo me ponen!
    Muy, pero que muy bueno tu relato, Verónika, porque tiene ese tufillo de lo cotidiano, de lo que uno en realidad vive en el día a día.

    Besito de Lolita

    ResponderEliminar
  2. Te felicito por el excitante relato...y te mando un fuerte abrazo

    ResponderEliminar