martes, 23 de febrero de 2010

DÉJATE LLEVAR




Sentí como su cuerpo se aproximaba a la cama.
Mi respiración cada vez estaba mas agitada, en verdad deseaba sentirle dentro de mi.
Llevaba tiempo deseándole y aunque le amaba, nunca dije nada, era mi secreto, nuestro secreto, porque él tambien lo deseaba, aunque él sabía que no podría ser, pero esa noche algo me decía que ocurriría, y me dejé llevar.
Sentí el calor de su cuerpo pegado al mío, y mi sexo comenzó a contraerse, sintiéndome húmeda en mi interior.
Su sexo rozaba mis caderas, y al incorporarme rozó mi vulva y sentí que todo en mí, se removía, en un intento de saciar ese deseo que me embargaba.
Me sujetó entre sus piernas y con manos ávidas recorrió todo mi cuerpo.
Su lengua viajó lentamente por todos los recovecos, hasta llegar al culpable de esa locura que se apoderaba de mi.
Jugó con mi sexo, moviendo su lengua de una manera fabulosa, haciéndome estallar de placer.
Nos besamos apasionadamente, como nunca antes me besaron.
Jugué con su miembro mientras él me observaba excitandose cada vez mas al verme en esa situación.

Después sin dejar de mirarme a los ojos, me agarró tumbandome, mientras tranquilamente me abría las piernas, yo me dejaba hacer, no retirabamos nuestras miradas en ningún momento, esa miarada excitante, de deseo, me besó y posó delicadamente su miembro dentro de mi, cabalgamos sin miedo a que acabara.
Mi cuerpo se sentía al fin satisfecho por haber conseguido lo que tanto tiempo había deseado, lo que tanto tiempo deseabamos, porque se que en el fondo él lo deseaba tanto como yo.
Los gemidos se hacían cada vez mas salvajes, estábamos desesperadamente entregados, como si no hubiera una segunda vez y hubiera que aprovechar al máximo.

Una oleada de placer nos atravesó como un rayo, dejándonos desfallecidos.
Mi cuerpo quedó entre sus brazos al amparo de sus besos que me hacían sentir la mujer mas dichosa.

Me dejé hacer, a veces el amor es así, aún sabiendo que este amor no tendrá futuro, aceptamos, por al menos conseguir unos momentos inolvidables.
Y es lo que me llevo conmigo.

Volveremos a vernos, volveremos a sentirnos, y se que tu sientes por mí, mas de lo que intentas aparentar, porque tus besos lo dicen, tus miradas, tus palabras, todo en ti, ese brillo de tus ojos cuando estamos juntos.
Te conozco, lo sabes, y no me puedes engañar.

Alberto, es mucho tiempo conociendonos y compartiendo sentimientos, palabras... deseos.

Sabes que te espero en Primavera.

Nos dejaremos llevar.


viernes, 8 de enero de 2010

MOMENTOS DE LUJURIA





Quiero pasar estos días
intentando serte fiel,
recordando tus carícias,
tus lecturas en mi piel.

Ha pasado todo un año
lo que llevo aqui contigo,
lujuria que siente mi alma,
que recorre hasta mi ombligo.

Martirízame con besos,
extrangúlame en tu lengua,
que tu amor no me de tregua
sodomízame en tus sueños.

Tu miembro sigue el camino
que le llevará a la gloria,
haces perder mi memoria,
tu me creas un desatino.

Desgárrame de placer,
engúlleme con tu sexo,
quiero morir de deseo,
no me dejes renacer.

Estarás entre mis muslos
cuando muera yo por ti,
sentiré fluir tus jugos...
muy dentro siempre de mi.

Mi cuerpo siente tus dedos,
que acarician con descaro,
la dureza de mis senos,
mis pezones en tus labios.

Me deshago entre tus manos,
hasta mis jadeos me ahogan,
es tal el gozo causado...
que me haces sentir dichosa.

viernes, 1 de enero de 2010

FELIZ AÑO 2010


Os deseo un feliz año 2010, y espero que las uvas no se os hayan atragantado.




Verónika Lujuria


miércoles, 23 de diciembre de 2009

DESEOS DE LUJURIA





Quiero pasar estos días
intentando serte fiel,
recordando tus carícias,
tus lecturas en mi piel.

Ha pasado todo un año
lo que llevo aqui contigo,
lujuria que siente mi alma,
que recorre hasta mi ombligo.

Quiero desde mi refugio
desearos felicidad
decir que no bebais mucho
os quiero de vuelta acá.

Recordar en todo momento,
que os estaré vigilando,
disfrutar de amor y sexo,
saber que estoy a vuestro lado.

Deseo que paseis una feliz Navidad, y que el año que está por llegar os colme de aquello que deseais.
Vivir el día a día, no perdais el tiempo en cosas vanas, pensar que la vida hay que disfrutarla.
Os deseo que en la vida encontreis el amor el que no lo tenga, y el que lo tenga que lo disfrute a tope, y ya sabeis, disfrutar del sexo siempre con moderación, no me seais ansiosos...que os conozco.

¡Ah! y recordar que paso lista, el que no esté aqui, el día 2, y mirar que os doy plazo...voy a buscarle y le castigo con......bueno le castigo sin cenar.


FELIZ NAVIDAD





viernes, 18 de diciembre de 2009

DUCHA DE PLACER


Me descalzo nada mas entrar por la puerta, no puedo mas con los tacones,
después de horas y horas de caminar de aqui para allá y esperar en el aeropuerto a que el retraso acabe de una vez. Estas fiestas de Navidad las odio, solo traen recuerdos....nostalgias....y mucho barullo de gente por todos lados, compras y demás.

Cuando me despojo de la ropa me quedo tan relajada que casi me quedo dormida en el baño, allí enfrente del espejo. Mi cuerpo está agotado, necesita un baño relajante, pero opto mejor por una ducha, ya que con el baño podría perecer ahogada según estoy de cansada.

Cojo la toalla de baño, aquella que utilizaste cuando estuviste en casa hacía una semana, aún no la había quitado de aquí, y no pude resistirme a cogerla y acercarla a mi cara, y aunque solo olía a gel de baño...el saber que había estado pegada a tu cuerpo, a tu piel, hizo que mi sexo fuera despertando, y empezara a recordarte.

Dejo correr el agua caliente, y mi cuerpo empapado bajo el calor y el vao que íba aumentando con el calor, se iba juntando con mis ganas de sentirte.
La esponja impregnada en gel de té verde, va dejando un aroma por todo el cuerpo que me recuerda a aquella noche y no puedo resistir mas.

Mis manos van acariciando lentamente mi cuerpo, cuello, hombros, mis pechos se sienten duros, con unos pezones erectos que desean sentir el roce de unas manos o de una lengua, pero tu no estás, entonces mis manos acarician suavemente la redondez de mis senos, el jabón hacen que aquellas caricias sean mas excitantes.
Mi respiración se va acelerando al ritmo de mis caricias, y de la dirección que van cogiendo.

Mi vientre, tantas veces por ti acariciado, besado, lamido, amado, y aprisionado por tu cuerpo cada vez que me haces el amor en la postura tan tradicional, pero que tanto me gusta, porque me gusta sentír que me tienes a tu merced, que soy toda tuya.

Mis dedos van buscando ese espacio de placer que tantos momentos ha sido y será la cueva de tus deseos, el alimento de tus sueños...y la culminación de nuestro amor.
Siento una dulce suavidad al contacto con mi sexo, depilado, como a ti te gusta, para ti, siempre para complacerte como mi gran amante que eres, y que me haces gozar al máximo en cada momento que pasamos juntos.

Siguen los dedos camino a la avertura que anuncia la excitación que mi cuerpo está experimentando solo de pensar en ti, mi dedo corazón va suavemente, timidamente buscando, el calor que desprende mi dulce cueva llena de deseo, y encontró el camino.
Mi sexo empapado de jugos quiere que esos dedos le recorran y le hagan gozar como otras veces cuando me pides que me toque delante de ti.
Pero aguanto un poquito, no quiero acabar aún. El agua sigue cayendo, sobre mi excitado cuerpo, mis dedos juegan con mis labios, con mi clítoris que se siente inflamado esperando ese momento.

Empiezo de nuevo, rodeo con una leve caricia toda la zona, lo que me hace estremecerme de placer y en un respingo vuelvo a parar.
mmm...mi cuerpo está sobreexcitado, de tanto juego al escondite con mis dedos y mi sexo.

Me acomodo en la bañera, que mantiene el agua que va cayendo, ahora no hay peligro de dormirme pues me encuentro bastante despierta.
Por fin decido que mi dedo corazón debe de entrar en mi vagina, que siente el vacío que tu pene siempre usurpa.
Y siento como un alivio, mientras, con el dedo pulgar acarício mi clítoris, en un ritmo pausado pero seguro.
Mi otra mano va suavemente acariciando mis pezones, y todo mi cuerpo espera impaciente esa oleada de placer que a veces aparece, pero que intento retrasar.

No aguanto mucho mas, mi coño está al límite y poco queda para que explote en un grito de placer.
Mis dedos siguen trabajando, recorriendo con caricias, mi cuerpo ha cogido un ritmo ligero, mis gemidos se dejan escuchar, estoy en un punto que si ahora lo dejara...me quedaría fatal asi que sigo, no paro, me contraigo del gusto que mis dedos van proporcionando a todo mi cuerpo.

Mi sexo, bañado en sus propios fluídos, deseando dejar escapar, liberar todo el cúmulo de gozo que lleva...no puede mas, y siento como los fluídos se acumulan, y un chorro deramandose en mi mano me anuncia que yaaaaaa....., ahhhhhhh siiiiiiii......ohhhh mi cuerpo se contrae por el goze que está sintiendo, es una sensación fantástica, que libera toda la tensión que había acumulado en el día.
Me quedo unos minutos relajando mi mente, acariciando mi piel.

Termino de asearme y con tu toalla me envuelvo, quiero estar así un rato, sabiendo que tu cuerpo la sintió.
Suena el teléfono y al descolgar escucho tu voz que se nota alegre de volver a escucharme, te siento, me dices que me echas de menos y te cuento mi viaje por mi cuerpo pensando en ti.
No puedes mas, y me anuncias que vendrás antes de lo previsto.
Me siento feliz, ha merecido la pena la vuelta a casa, aunque no estuvieras.


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Hoy celebro el primer aniversario de "Momentos de lujuria", se que no he actualizado como quisiera, pero al fin y al cabo llevo un año con vosotros, y me siento muy feliz por ello.
Un abrazo a todos los que me seguís, que se que sois mas de los que comentais.
No seais tímidos y dejar vuestra huella para que yo os sienta mas cerca.

Un besito con mucha lujuria para todos. Y aquí seguiré compartiendo con vosotros mis historias.


Imagen: Luís Royo.

viernes, 4 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD




¿Quieres dejarme un poquito de calor en este otoño tan frio?
Necesito sentirlo, pues me siento triste, mi amante tuvo que partir, y desde entonces mi cuerpo se siente abandonado, de amor y cariño, y por que no decirlo....de un poquito de sexo.

Os deseo una feliz Navidad, con sexo, lujuria y sobre todo mucho amor.
Porque...que sería el sexo sin amor?........¡SEXO! y que es el sexo?.....la culminación del amor.
No lo olvideis, copular...follar...lo que querais, pero por favor amar, el amor es lo mas auténtico en esta vida.
No me reconozco ni yo en esta entrada, después de ver la anterior.
Pero quiero que sepais que Verónika tiene un corazoncito que ama apasionadamente.

Ser muy felices, y que la vida os colme de lo que deseeis, sexo...amor...mejor el kit completo.

jueves, 29 de octubre de 2009

UN VECINO GRIPOSO Y MORBOSO


Volvimos a encontrarnos en el descansillo de la escalera, yo salía a sacar al perro y tu estabas despidiendo a tu esposa que se iba a trabajar, te saludé y te pregunté que tal seguías con tu gripe.
Me dijiste que estabas mejor y seguí a lo mio, al igual que tu te metiste para casa.
A la vuelta tu puerta estaba abierta, y al pasar saliste y me preguntaste si te podría ayudar a poner la lavadora pues no estabas seguro de saber hacerlo.

Unicamente llevabas puesto un bañador por el calor que hacía y al pasar a tu lado me rozaste, sentí tu miembro algo duro, pero no le di importancia.
Al preparar la lavadora, recordaste que tenias que lavar tu bañador y sin ningun pudor te lo quitaste delante de mi, a lo que yo no hice ademán de darme la vuelta para que no pensaras que era una mojigata y con toda naturalidad lo cogí y lo puse dentro, al levantarme, y darme la vuelta ahí estabas tu con tu miembro totalmente duro y escarpado, apuntando a la víctima.
Sinceramente fue verlo y me sentí estremecer, llevaba mas de tres meses sin sexo, y esta era una ocasión que no podía desperdiciar.

Sin decir ni palabra, me leiste el pensamiento y sujetandome de la cintura me acercaste a ti, me besaste y me acariciaste los pechos que se intuían a través de la diminuta camiseta de tirantes que sacaste en un segundo.

Me llevaste a tu habitación, y allí entre las sabanas en las que un momento antes habias estado con tu esposa...me tumbaste y empezaste a acariciarme, tus manos o eran muy expertas, o realmente yo estaba demasiado necesitada, pero estaba consiguiendo excitarme.

Me cambié de postura, quería ser yo la que te dominara en esos momentos, y tu gustoso te dejaste hacer.

Me abrí de piernas por encima de tu cuerpo, de rodillas a la altura de tu sexo, al abrirme sentí como mis labios y mi clítoris, quedaban colgando a tu merced.
Siento esa humedad que recorre mi coño...y mi clítoris deseoso de rozarse con algo.
Hinchado, se aproximaba a tu pubis, el roce hacía que me contragese, mi coño empezó a sentirse excitado, aunque ya lo estaba pero entonces con mas intensidad.
Mi lengua jugaba con tu lengua bajando por un recorrido hasta tus pezones...pecho y a medida que íba bajando por el sendero del placer, mi sexo se íba restregando con tu polla dura y rígida como una barra de acero.

Seguí restregandome con ella, quería sentirme muy muy cachonda, y tu boca empezó a emiitir pequeños gemidos, mientras mi cuerpo se encendía lentamente...y mi coño se ahogaba en sus propios fluídos.
Seguí bajando y mi lengua te buscaba incansablemente, si, a ti, mi polla deseada, por fin te encontré y toda fue a parar a mi boca, deseosa de sentirla dentro, de que me follases la boca totalmente.
Tu miembro duro estaba encendido, brillante. Mi boca trabajaba incansable saciandose de esa polla que disfrutaba tanto con este juego, que me encantaba compartir contígo.
Segun te estaba comiendo toda, me giré y me coloqué bien abierta con mi coño a la altura de tu boca, y quedó al amparo de lo que tu gustosamente quisieras hacerme.


Tu lengua en décimas de segundos se abrió paso en esa cueva deseosa de placer... totalmente lubricada que nadaba en un mar de fluídos, y tu con tu boca íbas alimentandote de ese placer que brotaba de dentro de mi.
Entraste en mi vagina...mientras con una mano, introduziste un dedo en el ano, despues dos, y mi cuerpo empezó a moverse a un ritmo que el goce aumentaba por momentos.
A medida que el gusto íba creciendo en mi, metí con mas fuerza tu polla en mi boca, tenía ganas de comermela toda, a veces sentía alguna arcada pero era tanta la necesidad de verte sentir placer y de que tu me lo dieras, que mi boca no paraba, seguía incansablemente para arriba y para abajo, y toqué tus testículos duros, tus muslos, sentí el calor de tu aliento en mi coño, me tenias cada vez mas caliente, de un momento a otro mi coño explotaría de placer.

Y es cuando tu polla empezó a expulsar tu lindo líquido, salado, viscoso, que me llenó la garganta y tragué con toda las ganas, tus gemidos y ese orgasmo hizo que mi cuerpo no lo resistiera y por fin una fuerte oleada de sensaciones me traspasó, y mi coño fue un instrumento que siguió a merced de tu lengua y de tus dedos mas atrás sin parar...hicieron que explotara ese orgasmo brutal, que hizo que traspasara mis límites de placer hasta el punto que mi garganta no puedo mas, y se liberó con un grito desgarrador.
Tu lengua siguió lamiendome todos mis jugos y mi cuerpo sintió unas contracciones debido a la fuerza e intensidad de ese orgasmo.

Creo que debimos de controlarnos, o usar mascarillas, pero.....¿entonces?.......
Mañana seguro que estaré con 40.....................................de fiebre claro.

Realmente fue muy excitante, pero algo debo de decirte, la próxima vez que me hagas el amor, molestate en venir a casa, o por lo menos procura estar conmígo y no me lo cuentes por teléfono lo que me harías ok?

"La mejor prevención para evitar la gripe A, en el sexo".

martes, 13 de octubre de 2009

SABROSA SORPRESA


Hoy te eché de menos, recordaba nuestros momentos mas íntimos cuando tu me saciabas de placer.
Recordé aquel dia, cuando pasamos el fin de semana en aquella casa de campo en la montaña.
Nos la ofreció un compañero de la oficina, Raul, y me pareció un detallazo por su parte, así que no me pude resistir.

Salimos el viernes por la tarde, y en 3 horas estabamos allí deshaciendo las maletas, dispuestos a pasar un fin de semana de lo mas romántico.
Al entrar en el dormitorio, nos quedamos asombrados con todo lo que vimos. Nunca pensé que Mi querido Raul, tan serio, y tímido, tuviera todos esos artilugios, para pasarselo bien.
Había de todo, desde unas esposas, antifaz, vibrador, etc...vaya, no faltaba de nada.

Al rato sonó el teléfono y era él, nos preguntó qué nos había parecido la casa y le dije la verdad, que era genial, mejor imposible. No me atreví a hablarle de lo que había en su dormitorio, allí a la vista, pero no hizo falta, él se encargó de explicarme, que lo había dejado para nosotros, a gusto del consumidor, nos explicó que su hermano regentaba una tienda de todas estas clases de artilugios y él no había tenido posibilidad de probarlos, por lo tanto quedaban a nuestra disposición.

Nos miramos Alberto y yo con cara de: Y que hacemos con esto?.....pronto supimos que hacer con ello.
Preparamos una cena ligera, y encendimos la chimenea, pues la estancia se estaba quedando fria.
Mientras charlabamos animadamente sobre lo bonito que se veía todo, se nos pasó por la imaginación ponernos a mirar todos los juguetes, y así, a lo tonto terminamos desnudos con ganas de aprender a utilizarlos.

Tu siempre habías querido hacerlo, reconocelo, el atarme a la cama, sabes que a mi nunca me importó, pero no llegó el momento, ahora si, te propuse que me pusieras las esposas amarradas a los barrotes de la cama de hierro.
Solo de recordarlo me siento humeda.

Me gusta que me roces que me acaricies, que me separes las piernas y te muestres interesado por lo que hay entre medias de ellas.
Me seduce mucho verte así excitado, me pones cada vez mas caliente.

Me tumbaste y me pusiste las esposas, y las piernas me las separaste delicadamente, y ataste cada uno de mis tobillos a los barrotes de la cama con una cinta.
Recuerdo que solo imaginando lo que me ibas a hacer, me estremecía, y me excitaba bastante verte desnudo, en movimiento a mi alrededor, sintiendo tu sexo cerca cada vez que te colocabas para atarme.
Me tapaste los ojos con el antifaz, y ya no podia resistir sin saber que ocurriría.

Fue muy excitante, te notaba muy cerca, podía escuchar tu respiración pero no te sentía.
Poco a poco fuiste acariciandome primero los pies, y una sensación muy agradable empezó a recorrer mi cuerpo, te acercaste y sentí tus testículos sobre mi, que excitación, pero al no poderme mover ese detalle aun aumentaba mas el deseo.

Entonces fue cuando sentí en mis pechos una suavidad extrema, algo con lo que me estabas acariciando, y así llegaste a los pezones, acariciando, posando sobre ellos a especie de una pluma o algo así, la excitación era muy fuerte, me decías algunas palabras que aumentaban la calentura del momento. Me rozabas con tu pene, que se encontraba bastante duro ya.

Yo te pedía que no me hicieras de sufrir que me gustaba mucho el juego, pero no podía soportarlo mucho mas.
Entonces fuiste bajando la pluma hacia los muslos, dibujando circulos con ella, y haciendome sentir una mujer totalmente lasciva, solamente deseando que esa pluma siguiera su destino.
mi vientre se sentia desfallecer con el roce suave de su tacto, tanto que cada vez sentía mi sexo mas y mas humedo, y sentía como chorreaba fuera de mi, el jugo del placer.

Llegaste hasta tu cueva preferida, como tu la denominas, la que te da cobijo cuando necesitas sentirte bien y demostrar tu amor.
No pude aguantar mas, te pedí que me desataras, porque necesitaba tocarte, abrazarte, arañarte la espalda, me sentía totalmente fuera de si. Cogiste el vibrador y me lo pasaste por los labios, haciendome gemir fuertemente, pidiendote que profundizaras, que llegaras mas allá.
Con tacto y delicadeza fuiste introduciendo el aparato en mi coño suavemente, me sentí desbordada, era una sensación muy agradable, notar como ese aparatito se movia dentro de mi, pero mi cuerpo no podia mas, y tus dedos juguetearon con mi clítoris a la par.
Mis labios soltaron un fuerte gemido, seguido de jadeos profundos hasta que mi cuerpo no lo soportó, y un fuerte y profundo orgasmo, me invadió por completo, haciendome moverme con energía, y gritar de placer.

Mientras todo ocurría sentía como me sucionabas los pezones, y me preguntaba como podias ser tan bueno en el arte del sexo, y poder estar en todo a la vez. Eras magnífico, mejor aun que otras veces.

Después a pesar de quedar totalmente vencida por esa fuerte ola de placer que me había invadido...quisiste aterrizar entre mis piernas, para saciarte del jugo de mi sexo, el que quedó derramado por mis muslos, y utilizando tu lengua habilmente como sabes hacerlo, comenzaste a beberte todo de mi, a saborearme y hacerme sentir de nuevo excitada aunque mi cuerpo seguia un poco cansado aun recuperandose del placer derrochado.

Pero pronto mi cuerpo empezó de nuevo a recuperar fuerzas y a sentir esa fuerte excitación, tu lengua no dejaba de moverse dentro y fuera de mi, jugaba con mi clítoris, y chupaba suavemente mis labios hasta provocar un derroche de gemidos que anunciaban una pronta eyaculación....mientras mis pechos seguían siendo acariciados, suavemente, haciendo sentirme completamente puta, era una situación mágica el no ver lo que allí estaba ocurriendo.

Te colocaste entre mis muslos y tu polla entró dentro de mi, para hacerme gemir mas y mas, era tal la excitación que nos invadía que tu cuerpo pronto empezó a sacudirse en unas fuertes contracciones, al igual que el mio, y los dos fuimos uno solo, o al menos eso es lo que creí.

Fue una experiencia muy gratificante, pero un poco confusa, al quitarme el antifaz, y ver lo que vi.

Allí de pie frente a mi estabais los dos, tu y Raul. Me sentí avergonzada y a la vez bastante sorprendida, al no saber que papel hizo cada uno, eso nunca lo sabré, solamente se que los dos me disteis placer al máximo.

Ahora cada vez que llego a la oficina, apenas si le miro a la cara a Raul, el problema es que le tengo enfrente de mi despacho, y a veces cuando giro mi mirada para allá, él me está mirando, pero aun no he sido capáz de hablarle como antes, no puedo evitarlo, ya no por verguenza, sino porque cuando lo recuerdo, siento inmensas ganas de follar con él.

martes, 29 de septiembre de 2009

CARICIAS LASCIVAS




Te había dicho que hoy sería una noche especial. La venda cubría tus ojos y estaba terminando de atar tus manos.
Quedabas vulnerable para mis planes, mis más sediciosas intenciones. Seguramente tu creíste que aquello sería lo tan especial de la noche, pero había más. Comencé a rozarte con la yema de los dedos mientras muy en silencio, entraban dos amigas que había traído.
Desnudas ellas, hermosas se acercaron y comenzaron a rozarte también ellas con sus dedos, casi flotando, tocándote sin tocarte.
Al principio no percibiste que había demasiadas manos recorriéndote, pero luego te diste cuenta, una pícara sonrisa se esbozo en tu rostro y algunos nervios se dejaron ver, pero inmediatamente y sin decir palabra te entregaste sumisa a la situación.
María, una de mis invitadas, comenzó a bajar por tus piernas mientras que Laura, la otra invitada a la fiesta te daba ya pequeños mordiscos en los labios. Yo por lo pronto, continuaba con mis manos, recorriéndote cada centímetro...
Tu excitación incrementaba cada vez más, tu respiración se aceleraba y nosotros no te dábamos tregua.
María comenzó luego a subir por tus piernas... llegando a las rodillas y abriéndotelas de par en par. Allí quedo expuesto tu sexo, abierto, húmedo, dispuesto! María siguió subiendo por la parte interior de la pierna hasta llegar a tu néctar, a tu centro y comenzar a comerte aquel coñito hermoso que esperaba como flor abierta al Sol.
Laura mientras, besaba tus pechos y yo hacía lo mismo, entrelazando nuestras lenguas en tus pezones... jugando entre nosotros con las manos y rozando nuestros cuerpos contra ti.
Tu jadeo se hacía cada vez más veloz y más entrecortado.
Luego de varios largos minutos de irte devorando de a poquito, ellas te pusieron boca abajo, con tus piernas abiertas y yo totalmente excitado y enardecido, te comencé a penetrar por detrás. Despacio, suavemente. dándole tiempo al cuerpo y a cada milímetro de mi pene, que entraba sutilmente en ti.
María se colocó detrás de mi y comenzó a saborearme, primero con pequeños mordisquitos en las nalgas y luego besándome los testículos, mientras yo te penetraba. Laura llevo algunos de sus dedos para tu vagina y siguió estimulándote...
Aquello era una mezcla de cuerpos, sudor, y placer.
Tu sumisa aun, sin poder defenderte, sin poder tocarnos, expuesta simplemente a recibir todo, a llenarte en placer y gozo.
El andar aceleró el ritmo, mis embestidas eran cada vez más marcadas y tu ano estaba ya totalmente dilatado.
Laura se colocó debajo y comenzó a penetrarte con su lengua por delante. María frotaba sus pechos firmes como dos cerros en la llanura. Me tocaban, te tocaba, las sentías. Tu no soportabas más, tus gemidos eran fuertes, tu cuerpo estaba al limite. Yo no podía más tampoco mi pulso iba a mil, mi pene estaba como una roca entrando y saliendo recorriendo todo su largo, entrando y saliendo con todo placer.
María que ya se ayudaba con sus dedos y su lengua. Laura que te aprisionaba los pechos, besaba tus pezones duros, extasiados!
Y allí en un ronco gemido, explotaste, tu cuerpo tembló de placer por algunos minutos. Al instante casi, mi volcán hizo erupción, tu bañando tu espalda de blanco líquido caliente.
Mi corazón palpitaba en mi pene, que seguía erguido. María lo tomo con sus manos, y mientras me masturbaba como para exprimir el último jugo de mi esencia me la chupaba. Laura, en cambio, tumbándote, te recorría la espalda con su lengua. Jugando y besando cada rincón de ella donde hubiera salpicado. Sedienta, lujuriosa.
Luego de unos minutos en que el pulso se fue recobrando, María y Laura se retiraron.
Quedamos los dos solos, desnudos y recién allí te desaté y te quité la venda.
Nunca las viste, no sabes como eran, pero las sentistes de la mejor manera.
Aquella noche, la deberíamos de repetir.


Publicado por: Chejuan
chejuan@hotmail.es

lunes, 21 de septiembre de 2009

EL ENCUENTRO



Es el encuentro que siempre deseamos
el que nos acerca y nos deja soñar
quiero sentir con fuerza tus orgasmos
y que mi cuerpo vibre al recordar.

La lluvia no cesa en mis adentros
me desnudas con tus caricias y devaneos
no podré soportar mucho mas tiempo
tomame y subamos juntos al mismo cielo.

Tu miembro abrupto busca sin desconsuelo
donde descargar la furia que lleva dentro
y mi sexo pide clemencia y por momentos
sus jugos salpican de lleno al forastero.

Tu pene me busca, mi vulva se estremece
sabiendo como los dos por gozar se pierden
sujetame fuerte no quiero separarme
hasta dejar mi cuerpo extasiado de gozarte.