lunes, 2 de marzo de 2009

HABITACIÓN 412

Estoy sola en casa, voy a por un helado de chocolate, siempre tengo alguno en el congelador, es mi sabor preferído.
Estoy un poco depre...y por lo que tengo entendido el chocolate es bueno para la depresión.

Me acomodo en el sillón, delante del televisor....hago zapping, la verdad no hay nada que merezca la pena.
Me centro en el helado....y suavemente mi lengua recorre el frio y duro metal, de la cuchara. Cuando me introduzco de nuevo en la tarrina, me vienen recuerdos, de aquél dia en la habitación 412. Como no recordarlo.

Aquella fué una cita inesperada, me llamaste y me dijiste que estabas en la ciudad.
Me extrañó por el hecho de que dijiste que no nos veríamos hasta Abríl....y estábamos en Febrero.
Me excité solo de pensar que volvería a verte, a olerte....a tocarte.

En casa estaba sola, bien lo sabías tu.
Nos citamos en una cafeteria, allí me esperabas con tu aire, tan juvenil.
Siempre me gustó tu estilo, hasta tu pelo....por debajo de los hombros.....
Sabes que nunca me gustaron los hombres con pelo largo?....ironías de la vida, hace años dejé a un novio que tuve porque se dejó el pelo largo, y ahora llegas tú...y me dejas eclipsada.

Nos besamos al vernos, que bien olías, te habías echado aquella colonia que te regalé
para tu cumpleaños.
Estuvimos hablando de tu viaje, y al rato estábamos excitados pensando que haríamos ese dia. No tuvimos que pensar mucho, pues en la calle estaba la solución.
"Hotel Centro"...nos miramos y no hubo nada más que decir, nos acercamos...y en recepción pedimos una habitación.

Yo estaba muy nerviosa, pues solo habíamos tenido dos tardes de sexo y fué efimero.
No habíamos planeado nada...pero allí estábamos, recogiendo la llave de una habitación.
Entramos en el ascensor, había dos personas más, tú me mirabas con deseo, yo me sentía intimidada por tus miradas.
Mi cabeza daba vueltas pensando que ocurriría esa tarde, estaba muy nerviosa como si fuera mi primera vez, tú debiste de notarlo...porque al abrirse la puerta del ascensor en la 4ª planta, me agarraste de la cintura y acercando tu boca a mi oido me dijiste: _Estate tranquila, yo te cuidaré.

Debo decirte que eso me tranquilizó, pero me cuidarías de que?......o de quien?......de un lobo?......
de un violador?......tonterías mías, lo sé pero con tus palabras me relajé.
Ibamos buscando la habitación que nos habían asignado. Allí estaba. Habitación - 412.

Dicen que cuando las cosas no se planean, salen mejor. Debo decir que el que inventó esa frase era un sabio.

Dijiste que te darías una ducha para relajarte, pues estabas cansado del viaje y eso te ayudaría a despejarte. Me pareció lógico, yo me dispuse a poner música.
A los 5 minutos más o menos, me llamaste, me pediste que entrara a la ducha y me duchara contígo.
Yo como mujer obediente que soy, donde las haya...hice lo correcto, me despojé de mi ropa, y con un poco de timidez introduje una pierna, y despues toda yo.
Allí estabas, esperando con tu misíl apuntando alto. Menudo cansancio tenías del viaje.

Me quedé un poco retraída, por la primera visión, aunque con mi edad esas cosas ya no tendrían que afectarme en absoluto.
Tú como siempre, sabes como me siento a cada momento, y me agarraste y atrayendome hácia tí, me besaste en los labios, para seguír acariciandome la espalda con las manos llenas de gel, me masajeaste cada rincón de mi cuerpo con tus manos, y yo me sentía invadida por una ola de sensaciones, relajantes, y a la vez me íba encendiendo más, a medida que tus manos íban bajando.

El agua, nos deleitaba con su tibieza, cayendo en nuestros cuerpos como queriendonos cubrír de deseo....cuando tus manos llegaron a mi vulva que esperaba con ansia esos dedos que tan bien saben hacerme sentír única en el mundo, en esos momentos en que me haces llegar a desearte con una fuerza sobrenatural.

Me doy la vuelta, y me encuentro con tu pene que espera ser degustado por mi boca.
Le acarício como a tí te gusta, y la pongo en mi boca. Veo como te excita esa situación. Te pido que salgamos de la ducha y vayamos a la cama.
Soy una mujer tradicional, a mí me gusta follar en la cama como debe ser.

Entre besos y caricias, salímos de la ducha, nos secamos mutuamente aunque nuestros cuerpos siguen bastante húmedos...como mi entrepierna, y eso me pone más cachonda.
Me dispongo a tumbarme cuando me agarras por detrás, y me colocas a cuatro patas. Hay que ver como te gusta tenerme sometida, para que no pueda moverme y hacer conmígo lo que quieras, a mí tambien me gusta, pero tambien me gusta tenerte encima de mí, donde te pueda abrazar y besar........y hacerte todo mío.



Pero ese día recuerda que me dejé hacer. Me hiciste disfrutar muchísimo, y según te veía me dí cuenta de que tú también disfrutaste bastante.
Me pusiste tu polla en el ano, rozándome toda la vulva para volver arríba, yo me derretía de gusto, me estabas poniendo a 1000.
Con una mano me tocabas los pezones, y con la otra controlabas tu polla y me tocabas el coño.
Eras todo un hombre multiusos. Yo hacía movimientos adelante y atrás, para obtener mas gusto de esa polla que me tenía atrapada en aquella posición....y que me enloquecía cada vez más.
Tú seguías masajeando toda la zona, y mi jugo salía a borbotones, estaba ahogada en un mar de placer.
Ya necesitaba que me follaras, que tu gran polla me atravesara y sacara de mí todo lo que ardientemente estaba deseando lograr, correrme ante tu miembro.

Me penetraste, y sentí como mi vagína se expandía, llena de placer, y de deseo por tenerte dentro. Tú me hacías sentír cada vez mas fuera de mí, con tus dedos me tocabas el clítoris, que hinchado pedía a gritos más y más.

Después de un buen rato de gozo y placer....llegó el momento álgido, mi cuerpo ya no podía más con tanto gusto dentro de mí, debía de dejarlo escapar, y quien mejor que tú, con ese miembro, para hacer correrme tan intensamente, como tu sabes hacerlo.
Mis jadeos se hicieron más y más fuertes, hasta que pasaron a gritos.....gemidos....que salieron de mi garganta pidiendo auxílio para ese coño lleno de placer, que ya no podía más.
Ahogaste mis gritos con tu lengua, hundiéndola en mi garganta, y mi lengua se entrelazó con la tuya al sentír, que tu orgasmo era inminente.

Te corríste en ese momento, y tu leche corrió por mis muslos, como queriendo disfrutar tambien del tacto con mi cuerpo, los dos fuimos uno y nuestros cuerpos se fundieron en ese orgasmo descomunal...que nos hizo gozar de placer.
Caímos tumbados, derrotados, boca abajo.
Así estuvímos unos minutos, para después quedarnos dormidos.

Eran las 4 cuando despertamos, habían pasado 4 horas desde que llegamos a la habitación.
Nisiquiera habíamos comido, y tampoco teníamos intención, solo queríamos aprovechar el tiempo, pues no sabíamos cuando volveríamos a vernos.
Me levanté con intención de ír a la ducha, pero me agarraste, y de nuevo me llevaste a la cama.
Me tumbaste boca arríba y sujetandome los brazos en cruz, y abriendome las piernas te tumbaste encima de mí.
Noté tu miembro, como de nuevo estaba en posición, para entrar a matar.
Chico siempre estás dispuesto, pero mira, quise ser complaciente contígo, y me dejé llevar, claro, que tenía curiosidad por saber que me harías, aunque lo suponía.

Me sujetaste con las manos a la cama, con los cordones de las cortinas, siempre lo había visto en las películas, pero jamás lo había experimentado, y debo de confesarte que me encantó.
Era como esperar algo y cuando ves que va llegando te dá hasta escalofríos, tú me lo hiciste de maravilla, pero tambien sufrí lo mío, recuerda como me rozabas con tu pene el cuerpo, y cuando me veías caliente, te retirabas.



Me acariciabas los pechos...me lamias los pezones, y yo me estremecía de placer, me acariciabas los muslos internos....y acercabas tus manos a mi vulva, que me ponía extremadamente cachonda, sin llegar a tocarla. Cuando me veías tan excitada, decías que íbas al baño, y allí me dejabas echa un mar de lascivia en mi interior. Que malo eres.

Cuando ya no podía más, me ponías tu pene en mi boca, para hacerme callar, y entonces mi boca trabajaba a fondo para que te derritieras de gusto, y te dispusieras a hacerme el amor, para poder sacar de mí, todo el placer contenido.
Por fín, te tumbaste encima de mí y con tu verga hinchada me frotabas mi sexo caliente, que estaba a punto de estallar en un grito de placer.
Y no pudimos más, lo mismo tu , que yo.....nos fundimos en ese acto de sexo y lujuria....que nos hizo llegar a la cima,......corriendonos a la par, y convulsionando nuestros cuerpos, como si un electroshock nos atravesara.

Cuanto me has hecho gozar, a pesar de no volvernos a ver hasta dentro de dos meses, tu recuerdo quedará impregnado en mi piél...hasta que regreses.

Aún cuando lo recuerdo, me viene el aroma de tu piél, a: amor....deseo.....pasión.....lujuria......que se yo, solo sé que tu recuerdo me ayuda cada noche a conciliar el sueño.

Te amo.

3 comentarios:

  1. Wowwww que relato mas Ardiente, me ha gustado sobre todo la ultima parte que la ata y la hace enloqucer de gusto...ejemmm me lo apunto para experimentar...ya te dire como me va, excelente relato erotico Vero...lo describes perfecto, besitosssssss

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  2. wow!!! especifico, candente el relato es un verdadero sueño, con la pasion con que vos contas tu experiencias unidas, encantas a cualquiera. me encantaria leer mas de vos, que tengo que hacer?

    emafula07@gmail.com

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  3. Me alegro de que os gusten los relatos.

    Arwen: Gracias, eso me anima a seguír. Y ya sabes luego me cuentas a ver que tal se dió. Jajaja.
    Un besito.

    Guffy: bienvenido a mi blog. Si quieres seguír leyendolos...ya sabes sigue pendiente de lo que vaya publicando. Procuraré no tardar mucho en publicar, un saludo.

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