TE RECUERDO EN MI PIEL

Recuerdo los momentos intimos jugando con nuestros cuerpos, y sintiendo ese placer que solamente se siente cuando alguien ama de verdad.
Tu siempre me decias que me deseabas, y que querías pasar el resto de tu vida conmigo.
Yo te creí, que ingenua.
Cuando tus brazos me rodeaban, me sentía completa, contigo en mi.
Cada vez que te escuchaba a través del teléfono, hacias que mi lujuria saliera a pasear contígo. No se que me dabas, pero era toda deseo...toda pasión.

Recuerdo el ultimo dia contígo.
Llegaste a casa, ibamos a pasar el fin de semana juntos, y yo te esperaba con un conjunto de lencería de un color que se que te gustaba, aunque apenas lo miraras porque era tal el deseo que sentiamos al vernos, que solo queríamos estar desnudos para sentir nuestros cuerpos piel con piel.
Al verme me besaste apasionadamente en la boca, siempre sabías como hacerme sentír la mujer mas deseada, besandome el cuello, y descansando en mis senos, que te llamaban, para que le saludaras, esos pezones rosados, erectos, que siempre estaban esperando tus caricias, y que siempre respondian a tus deseos.

Recuerdo que me dijiste, "mmmm.....que mujer mas preciosa tengo a mi lado", y yo te contesté sonriendo, "tu haces que lo sea, haciendome sentir así".

Acto seguido nos abrazamos y los abrazos nos fueron llevando a caricias, que nacian del amor que había entre nosotros.

Te pedí ir a la cama, necesitaba sentirte, y lo deseaba con todas mis fuerzas.

Me cogíste en brazos, a veces eras un poco loco, pero esa locura siempre me enamoró.
Me besaste en los labios con dulzura, y acto seguido, me tumbaste en la cama, esa cama que ahora te echa tanto de menos. Que cada noche se hunde en una agonía al no sentír tu cuerpo.

Me retiraste un mechón de pelo de la cara, y te quedaste mirandome a los ojos, a pocos centimetros de ellos, lo que yo ví fue amor, mucho amor reflejado en esos ojos verdes.
Después de despojarme del sujetador suavemente, acariciaste mis pechos con extrema suavidad, como si no quisieras arañarlos, rozando apenas los pezones, que hacía sentirme dentro de una burbuja de placer.

Tus labios fueron recorriendo del pecho, hacia abajo, yo me sentía invadida por la ternura de aquella boca que hacia estremecerme.
me besaste mi estomago, descansaste en mi ombligo, pasando tu lengua en circulos alrededor de él....y seguidamente esquivar mi deseo.
Tu boca seguia viajando a través de mi cuerpo, esta vez eran las ingles, donde tu lengua hizo presencia, mi sexo se sentía humedo de sentir esa cercanía, y que no llegó, seguiste hasta los muslos internos, masajeando a la vez de besarme toda suavemente con esa delicadeza que solo tu eras capaz de demostrarme.

Tus manos me acariciaron las piernas, y bajaste a mis pies, cogiste uno, me subiste la pierna a la altura de tu boca, me causa mucho placer el sentir tu boca en mis pies, y tu lengua subiendo hacia arriba, llegando a mis rodillas, mis muslos de nuevo, y mi cuerpo electrizado por ese cúmulo de sensaciones que se agolpan en mis sentidos.

Por fin tu boca llegó de nuevo a mis ingles y te pedí que por favor me hicieras tuya, no soportaba mas tanto deseo.
Te colocaste entre mis piernas, y con tus dedos abriste mi tesoro, guardado para ti.
Ese tesoro que estaba bastante lubricado del tiempo que llevaba esperando ese momento. Es tanto el deseo que sentía, que cuando tu lengua rozó el clítoris, pegué un respingo acompañado de un fuerte gemido.
Tu lengua acariciaba mi clítoris conociendole perfectamente como le conoce, y sabiendo los movimientos que me excitaban mas. Me lamías toda, mi sexo se contraía, estaba muy excitado, y si no te hubiera dicho nada en ese momento me hubiera corrido, pero te dije que quería que me penetraras, necesitaba tenerte dentro, sentirla como me llenaba de ti.

Te pusiste encima y tu verga, sin necesidad de guiarla supo encontrar el camino, era mucho tiempo ya descansando en la misma cueva de placer, y se sabía el camino.

Mi coño se sintió desfallecer de tanto placer cuando de un suave empujón entró toda.
Mis caderas empezaron a moverse al ritmo de mis deseos, tu cabalgabas encima de mi con movimientos suaves en un principio, pero al poco rato los dos estábamos fuera de sí, y queriamos follar con fuerza, sentir el orgasmo que nos traspasara todos los sentidos.

Mis caderas seguían cada vez mas rápido con un ritmo que ni la mismísima Shakira podía igualar. Nos sentimos sumergidos en un mundo donde no existía nada mas que nosotros y nuestro placer. Los movimientos cada vez eran mas fuertes y la necesidad de un orgasmo iba en aumento.

Sentí que mi vagina empezaba a contraerse...y te lo dije que me quedaba muy poquito para tener un orgasmo, y tu me dijiste que estabas a punto también.
No había pasado ni un minuto, mi cuerpo empezó a convulsionar de placer, y el tuyo empezó a dar sacudidas expulsando todo el semen que llevabas dentro, dejandome empapada con tu savia y mi eyaculación.

Después empapados de sudor, nos besamos dulcemente mientras tu aun cubriendo mi cuerpo tenías tu miembro aun dentro de mi, y sentí como iba menguando de tamaño hasta salir del todo de mi vagina.

Nos dimos un baño relajante, y después de eso, me lo dijiste.
Me dijiste que tenías que marcharte.
Yo me sentí muy confundida, no sabía que pensar, créi que se trataba de una broma, era algo surrealista.

Pero tu no estabas bromeando, me dijiste que debías de irte lejos por motivos de trabajo y que sería mejor dejarlo.
Solo viniste a despedirte de mi, y me dejaste con el corazón destrozado con esa despedida.
Ahora solo deseo saber algo de ti, y no das señales de vida. Que pasó?.............


Han pasado 6 meses, y he recibido un mensaje en mi teléfono, despues de 6 meses un mísero mensaje, diciendome que has tenido un hijo. Ahora me doy cuenta de que todo fué una farsa, todo nuestro amor una mentira, tenías otra mujer, y yo tonta de mi creyendo lo que me decias.

Todo el amor que te di, quedó tirado como desechos por el suelo, tanto amor para que?...ya no me quedan fuerzas para seguir amándote, y mejor será así, tengo que borrarte de mi vida ya.
Adios cobarde!...solamente espero que algun dia te des cuenta del daño que me hiciste.